Ni tú ni yo nos conocemos pero tanto si eres un galerista como un artista tenemos algo en común. Y es imposible de ignorar.
Queremos que nuestro fruto, nuestra obra, nuestro trabajo, esté bien valorado, que sea reconocido y que no quede en el olvido.
Pero el mundo ha cambiado y lo que antes servía ahora nos hace retroceder.
Te toca elegir para configurar según tus intereses
> Te voy a contar la historia de una de las más grandes galerías del mundo y el porqué seguir su camino va a provocar que dejes tu arte apartado a un segundo plano o que cierres tu galería.
El aprendizaje que se puede sacar de esto puede cambiar tu negocio.
El error que hizo caer un Mito puede ser tu gran ventaja
Un inmigrante judío que huía de la dictadura nazi, fundó en 1946 la galería de arte Marlborough. Frank Lloyd (así se llamaba) tenía un gran ojo y sensibilidad para el arte a la par que un dominio de otro arte, el de los negocios.
Tanto es así, que por su galería pasaron grandes obras de Monet, Degas, Renoir o Van gogh. También representó y expuso a artistas florecientes y reconocidos hoy en día como Kandinsky, Bacon, Pollock, Botero, Genovés y Valdés entre otros.
Vamos, que más de un artista le podría erigir una estatua en su nombre.
Galería de Marlborough en Basel
El auge de un imperio
Como la galería de Londres se le quedaba pequeña, Frank decidió abrir más en Nueva York, Roma, Zurich, Madrid, Toronto y Tokio entre otras. Y consiguió una proeza, elevó el arte del siglo XX a un nivel superior y lo extendió mundialmente.
De esta manera, consolidó la simbiosis del artista y la galería. Un método en el que la galería se nutría de la obra de artistas nuevos, buenos y rompedores y el artista veía su obra reconocida y valorada como debía.
Así todos salían ganando, o casi todos.
Pero llegó lo inevitable y no supieron reaccionar a tiempo.
La Caída de un mito
Las cuentas de Marlborough no podían ir mejor. Seguían inaugurando galerías como la Mónaco o la de Barcelona. Simplemente tenían que seguir con el mismo método de siempre y el dinero seguía corriendo.
Pero entrábamos en los 2000 y cada año que pasaba, cada vez menos gente pisaba sus galerías. Y no era en un sólo país sino en todo el mundo. Era como si la gente del siglo XXI hubiera perdido el amor por el buen arte.
Lo que sucede es que hay un nuevo medio al alcance de todos, internet pero las galerías tienen claro que ese medio no está a la altura de lo que ofrecen. Marlborough .
Todo continúa en ese flujo descendente hasta que llegamos a la década de los 2010. La caída de visitas se empieza a volver muy negativa para Marlborough.
Galería Marlborough NYC
Toca despedirse
El boom de las redes sociales y de internet hace que muchos artistas comercien su arte por internet. Y viendo lo cómodo que es adquirir arte desde casa, los mecenas no hacen el esfuerzo de ir a las galerías.
Aún así las galerías se niegan a exponerse en un medio tan vulgar como internet.
Muy a su pesar, Marlborough se obliga a adaptarse a Internet pero dejando de lado el comercio electrónico.
Para ellos era más necesario mantener la creencia de que vender por internet rebajaba su Estatus como galería, que aprovechar las oportunidades de llegar a más gente alrededor del mundo.
Y en abril de 2024 Marlborough anuncia el cierre permanente de las puertas de todas sus galerías.
Página Web de Marlborough
Marlborough muere ahogada en una creencia del siglo pasado sin ni siquiera llegar a abrir una galería online que hubiera podido ser la pionera en esa gran evolución del arte.
Pero si el máximo exponente de Galerías de Arte no ha podido sobrevivir ¿cómo lo puedes tú convertir en una gran oportunidad?
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